Estadio 10 de diciembre, con precios de Primera

Pese a que se jugará ante Querétaro en un inmueble de Segunda División, que no tiene todas las adecuaciones que solicita la Liga MX, Cruz Azul puso las entradas en 200 y 380 pesos

Aunque el Estadio 10 de diciembre acumula varias historias de relevancia, muchas de ellas que destapan la esencia de Cruz Azul, también hay detalles que no permiten que sea la mejor opción para un duelo de Primera División, como el que se va a disputar el próximo sábado entre los cementeros y Querétaro.

Los boletos no tendrán un precio especial, pese a que se está en un aforo de menos capacidad. Su venta se reinicia hoy en Jasso, Hidalgo y solo hay de dos localidades: Los de sombra valdrán 380 pesos y los de sol 200.

Las entradas ya se habían puesto a la venta, por ello, todo aquel que no pueda o no quiera asistir al 10 de diciembre, y ya haya adquirido su ticket, podrá solicitar el reembolso en las taquillas del Estadio Azul, y tendrá un año para hacerlo.Los abonados y palcohabientes, tendrán una zona especial y se les respetará su lugar, esto pese a que no hay palcos, pues el único habilitado es para la trasmisión de televisión.
Se ha tocado el tema del aforo, el cual no cumple el reglamento de la Liga MX, ya que está estipulado que los colosos deben albergar, al menos, 20 mil espectadores.
El inmueble de Jasso alcanza los 17 mil.Pero además, Protección Civil pidió que se quitaran los enrejados desde hace tiempo, lo cual no se ha hecho. Si se pactó el horario de las 16:00 para disputar el duelo es porque no hay alumbrado, y hubiera sido complicado respetar las 17:00 por ello.
El drenaje es un punto sensible en la mayoría de los estadios, y a últimas fechas, los enfrentamientos cementeros han tenido como marco la lluvia. Seguramente la directiva de los celestes pondrá atención especial en este detalle, pues tienen claro la importancia de esto.
Claro que, hay situaciones que se escapan de las manos, como la que sufrieron en su segundo partido en casa contra Jaguares, en el que pagaron las consecuencias de un mal arbitraje que permitió que se jugara con un pasto encharcado, pues Gerardo Flores sufrió una grave lesión